No quiero
lamentos ni voces desgarradas,
Solo quiero un silencio bendito,
Y paz y cariño
en vuestras miradas.
No quiero que lloréis
desconsolados,
No quiero mis fotos en las mesillas,
Solo quiero a mis familias a mis
lados,
Para apagarme en la mejor compañía.
No quiero ni coronas ni florecillas,
No quiero el negro en vuestras
ropas,
Solo quiero un beso en la mejilla,
Y que alcéis en mi honor las copas.
No quiero ceremonias religiosas,
Ni quiero fúnebres campanas,
Solo quiero una simple cosa,