lunes, 12 de noviembre de 2012

XXXIV


Mi mente marchita escupe palabras de viento,
Relata cuentos encauzados en lunas negras,
Inmersas en un mar vacío e incierto,
Donde no existen ni los caídos ni las guerras.

Donde solo estás tu.
Un lugar alejado del que no se conoce nombre,
Donde el color del cielo parece negro y no azul,
Y mi cuerpo el de un niño y no el de un hombre.

Ese lugar esta cerca pero a la vez lejos,
Los caminos que me conducen al el,
Están tapados por miles de espejos,
Que me recuerdan lo que esconde mi piel.

Esconden un ser macabro y oscuro,
Un ente mas muerto que vivo,
Incapaz de tener sentimiento alguno,
Alguien que lo ha dado todo por perdido.

Alguien que no espera que lo comprendan,
Un ser, que aun siendo como es,
Cruzará esa angosta y fría senda,
Para poder volverte a ver,

Para acariciar tus labios y besarlos,
Para rozar tu piel con los míos,
Fotografiar tus te quieros y enmarcarlos,
En las paredes de ente ser vacío.

Poco me importa los que se quejan,
Los que me tratan como un asesino,
Romperé esos espejos que los reflejan.
Los apartaré de mi camino.

Los apartaré para tenerte cerca, a mi lado,
En ese lugar, frente a una hoguera.
Estaremos juntos, abrazados.
Mi corazón palpitará, y el tuyo a su vera.

By: Carlainne