Rugen
las nubes heridas por tu recuerdo,
Los
rayos, atizan a la tierra agonizante,
Su
sangre se derrama por el suelo,
Y se
mezcla con el mar errante.
Mi
sangre se acelera por mis venas,
Busca un
vía de escape cercana,
Una
abertura que la deje salir fuera,
Que deje
fluir la sangre condenada.
Sangre
ennegrecida por tu veneno,
Ardiente
por el deseo de olvidarte,
Me quema
igual que fuego al centeno,
Y me
ordena que empiece a odiarte.
A mi
corazón a empezado a convencerlo,
Hace que
sienta un deseo extraño,
Empiezo
ha asimilarlo, a querer hacerlo,
El calor
de la sangre me hace mucho daño.
Mi
sangre me ha convencido,
Quiero
odiarte, ver como sufres y te desesperas,
Ver tu
corazón herido y corrompido,
Hacerte
sufrir de mil maneras.
Quiero
ver brillar tus ojos de zafiro,
Sentir
sus latidos junto a los míos,
Pronto
sentirás lo que he vivido,
Lo que
uno siente en los días fríos.
Y cuando
te tenga acorralada,
Cuando
no tengas ninguna salida,
Entonces
observaré tu mirada,
Y
cerraré al fin esta infectada herida.
Por: Carlainne
Por: Carlainne