A diario
tengo que soportar las burlas de los que se creen mejor que yo cuando
su único gesto de inteligencia es respirar para no ahogarse. Debo
soportar, como otros humillan a un niño pequeño por ser de un color
diferente a ellos. Intento esforzarme por seguir mi camino, lo
intento. Pero esta danza llamada vida, insiste en ponerme trabas para
que desvíe mi mirada a otros lados. A diario veo como insensatos,
faltos del sentido del cariño o la comprensión le sacan el paso a
otro por tener una deficiencia física o mental. Subnormal,
retrasado, imbécil, multitudes de insultos huyen de sus gargantas en
afán de crear un ambiente de humor para ellos y de desgracia para
otros. No son conscientes de que todo lo que dicen no son mas que
definiciones de ese comportamiento inhumano, infantil, de un
comportamiento solo digno de tiempos arcaicos en los que la razón y
el sentido común quedaban muy lejos de cualquier persona. A diario
veo hombres con coches caros que pasean por las calles quejándose de
lo mal que están, o mientras toman café en un bar, o mientras
llenan sus estómagos con enormes cantidades comida. Se quejan por
que pueden permitirse el lujo de hacer todo eso, sin pararse a pensar
que miles de personas no pueden hacerlo, no pueden conducir coches
caros por que no tiene dinero para comprarlos, no pueden pasear
tranquilamente por que están mas preocupados en pensar donde van a
pasar la noche, no pueden parase a tomar un café en un bar por que
no tiene con quien tomarlo o con que pagarlo, no pueden comer en
restaurantes por que ni siquiera pueden comer todos los días. A
diario, veo personas que trafican con droga, armas, vidas, órganos
sentimientos e incluso sueños. Veo personas capaces de manipular a
cualquiera para conseguir sus propios propósitos. Acaso no hemos
aprendido nada en todo este tiempo. Pederastia, violaciones, muertes,
robos, son el pan nuestro de cada día, a diario veo como la mayoría
de las noticias están relacionados con esos temas. Veo como la gente
idolatra a becerros de oro, como alaba a personajes sensacionalistas
cuyo único pensamiento es en ser los mas populares. A diario, veo
como la incultura y la vulgaridad se están convirtiendo en la
bandera y el himno de esta sociedad corrompida en al que vivimos, veo
como hay personas que cobran en un solo mes lo que muchos otros no
cobrarán ni en diez años, veo como chicos de mi edad tiran su
futuro a la basura por hacer caso a ignorantes que no han sabido
dirigir sus vidas y que como consecuencia arrastran a otros hasta su
misma desgracia. A diario, veo chicas que lloran desconsoladas por
que un mal nacido las ha dejado por otra. Veo chicos que se
desesperan por encontrarse con es chica que les hace sentirse
especiales. A diario veo una sociedad corrompida por el odio y la
intolerancia. A diario, veo como todo lo que digo es juzgado por el
simple gusto de contradecirme. A diario, deseo retroceder en el
tiempo y volver a cuando era inocente. Volver a ser aquel niño
despreocupado que robaba flores de los jardines para regalársela a
mi madre. Deseo volver a ser vulnerable a cualquier cosa y ser inmune
ante todo a la vez. Quiero volver a respirar el aroma de mi madre
abrazándome cuando tenga miedo. Sentir aquellos días en los que
todo lo que hacía estaba bien, donde vivía. Donde respiraba sin
miedo a intoxicarme con la ponzoña que expulsan los crueles con cada
palabra que dicen. A diario me miro en el espejo, cada mañana me
observo y lo que veo no me gusta, veo como mi imagen se va
demacrando. Como mi cuerpo se transforma. Como mi mente me insulta
por no hacer lo correcto por no respetarme a mi mismo. Como un
sentimiento interno me va consumiendo a cada paso que doy. Veo como
voy muriendo, como mi alma se apaga, se apaga buscando el consuelo
que solo la muerte podría darle. El consuelo de un lugar en el que
no existe lo antes nombrado, donde una persona no es juzgada por ser
de color o ser homosexual. Donde no hay ni ricos ni pobres, donde
todos son iguales. A diario pienso en ese lugar, y en muchos momentos
me siento tentado por cruzar la fina línea entre la vida y la
locura.
Por: Carlainne