miércoles, 25 de abril de 2012

A diario

A diario tengo que soportar las burlas de los que se creen mejor que yo cuando su único gesto de inteligencia es respirar para no ahogarse. Debo soportar, como otros humillan a un niño pequeño por ser de un color diferente a ellos. Intento esforzarme por seguir mi camino, lo intento. Pero esta danza llamada vida, insiste en ponerme trabas para que desvíe mi mirada a otros lados. A diario veo como insensatos, faltos del sentido del cariño o la comprensión le sacan el paso a otro por tener una deficiencia física o mental. Subnormal, retrasado, imbécil, multitudes de insultos huyen de sus gargantas en afán de crear un ambiente de humor para ellos y de desgracia para otros. No son conscientes de que todo lo que dicen no son mas que definiciones de ese comportamiento inhumano, infantil, de un comportamiento solo digno de tiempos arcaicos en los que la razón y el sentido común quedaban muy lejos de cualquier persona. A diario veo hombres con coches caros que pasean por las calles quejándose de lo mal que están, o mientras toman café en un bar, o mientras llenan sus estómagos con enormes cantidades comida. Se quejan por que pueden permitirse el lujo de hacer todo eso, sin pararse a pensar que miles de personas no pueden hacerlo, no pueden conducir coches caros por que no tiene dinero para comprarlos, no pueden pasear tranquilamente por que están mas preocupados en pensar donde van a pasar la noche, no pueden parase a tomar un café en un bar por que no tiene con quien tomarlo o con que pagarlo, no pueden comer en restaurantes por que ni siquiera pueden comer todos los días. A diario, veo personas que trafican con droga, armas, vidas, órganos sentimientos e incluso sueños. Veo personas capaces de manipular a cualquiera para conseguir sus propios propósitos. Acaso no hemos aprendido nada en todo este tiempo. Pederastia, violaciones, muertes, robos, son el pan nuestro de cada día, a diario veo como la mayoría de las noticias están relacionados con esos temas. Veo como la gente idolatra a becerros de oro, como alaba a personajes sensacionalistas cuyo único pensamiento es en ser los mas populares. A diario, veo como la incultura y la vulgaridad se están convirtiendo en la bandera y el himno de esta sociedad corrompida en al que vivimos, veo como hay personas que cobran en un solo mes lo que muchos otros no cobrarán ni en diez años, veo como chicos de mi edad tiran su futuro a la basura por hacer caso a ignorantes que no han sabido dirigir sus vidas y que como consecuencia arrastran a otros hasta su misma desgracia. A diario, veo chicas que lloran desconsoladas por que un mal nacido las ha dejado por otra. Veo chicos que se desesperan por encontrarse con es chica que les hace sentirse especiales. A diario veo una sociedad corrompida por el odio y la intolerancia. A diario, veo como todo lo que digo es juzgado por el simple gusto de contradecirme. A diario, deseo retroceder en el tiempo y volver a cuando era inocente. Volver a ser aquel niño despreocupado que robaba flores de los jardines para regalársela a mi madre. Deseo volver a ser vulnerable a cualquier cosa y ser inmune ante todo a la vez. Quiero volver a respirar el aroma de mi madre abrazándome cuando tenga miedo. Sentir aquellos días en los que todo lo que hacía estaba bien, donde vivía. Donde respiraba sin miedo a intoxicarme con la ponzoña que expulsan los crueles con cada palabra que dicen. A diario me miro en el espejo, cada mañana me observo y lo que veo no me gusta, veo como mi imagen se va demacrando. Como mi cuerpo se transforma. Como mi mente me insulta por no hacer lo correcto por no respetarme a mi mismo. Como un sentimiento interno me va consumiendo a cada paso que doy. Veo como voy muriendo, como mi alma se apaga, se apaga buscando el consuelo que solo la muerte podría darle. El consuelo de un lugar en el que no existe lo antes nombrado, donde una persona no es juzgada por ser de color o ser homosexual. Donde no hay ni ricos ni pobres, donde todos son iguales. A diario pienso en ese lugar, y en muchos momentos me siento tentado por cruzar la fina línea entre la vida y la locura.


Por: Carlainne