Veía un bosque muy denso ante mi. Estaba oscureciendo rápidamente y un frío invernal comenzaba a entumecer mis músculos a cada paso que daba. Corría y corría, como si escapara de alguien o de algo. Escuché gruñidos guturales tras de mi, pero no tuve el valor para mirar a tras. De entre la oscuridad, pude ver una una especie de cueva o gruta de la cual salia luz,me metí dentro para intentar resguardarme de aquel frío y protegerme de aquello que me seguía. Cuando pude ver el interior de aquel lugar, vi una hoguera echa de forma muy rustica, no eran mas que unos cuantos trozos de madera apilados y en llamas, rodeados por un aro de piedras. Había alguien tumbado a su lado. Una capa de color carmesí cubría el cuerpo inconfundible de una mujer, pero algo iba mal, esa mujer estaba inerte, no se movía, me acerqué hasta ella envuelto en una nube de nervios y miedo. Muerta, estaba muerta, su sangre brotaba desde su garganta. Una dentellada, un fuerte y potente mordisco la había matado, la sangre aun estaba fresca, no hacia mucho que había muerto, en su mano llevaba un colgante con un extraño símbolo, una extraña estrella rodeada por uno circulo con diferentes adornos, a mi parecer celtas, yo cogí aquel colgante, era completamente plateado. Pocos segundos después de que lo cogiera, la mano me empezó a doler mucho, el colgante me estaba quemando. No se por que pero en mi mente solo encontré una palabra, plata. Aquel pentáculo era de plata pura.

No neguemos lo que somos, así hemos nacido y así moriremos, por mucho que la gente nos intente cambiar, por muchos cambios que le hagamos a nuestro fisico, a nuestra forma de vestir o incluso a nuestros gustos, seguiremos siendo los mismos. Somos lo que somos. Y por tanto no intentemos parecer las victimas, cuando en realidad, solemos ser los verdugos.
Por: Carlainne
Por: Carlainne
Me gusta, le falta más extensión y descripción en la persecución, no obstante esta muy bien. Sigue escribiendo te falta muy muy poco ^^
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